En el nombre de la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, tres Personas realmente distintas y un solo Dios verdadero, de Nuestro Señor Jesucristo y en el de la Virgen María, Nuestra Señora Inmaculada y elevada al cielo en cuerpo y alma que bajo la dulcísima advocación del Consuelo veneramos por nuestra Madre y Patrona.
Nosotros, los actuales hermanos de la Hermandad de Nuestra Señora del CONSUELO, creemos muy necesario a proceder a una revisión y reforma de nuestras Reglas vigentes a fin de adaptarlas a la dinámica real de la Hermandad y a su vida ordinaria y con el objetivo de poder cumplir más fielmente una más efectiva labor de apostolado en consonancia con la persona diocesana, en la que con ilusión queremos
integrarnos con nuestro compromiso y carisma peculiar, pidiendo a Nuestra Señora del Consuelo alumbren nuestro entendimiento a fin de que esta obra que con tanto amor realizamos sea para mayor gloria de Dios, honra de nuestra comunidad eclesial y provecho de nuestras almas.
Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario